viernes, 21 de septiembre de 2012

JORGE ARIEL MADRAZO


Cuando ella se desviste
su desnudez moja las hojas de palma
de la noche
jugos que ningún dios concibió
raro pimiento de la fertilidad.

Cuando se desviste deja tras sí
variados bienes
íntimos:
zarcillos de plata de Grecia
perfumes a cedro del Líbano.

Cuando torna a vestirse se desnuda
de su mismísimo yo
su almacarne abrasadora.

Su desnudez hamaca los derribos del aire.
Su cuerpo murmura más que el otoño.

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